jueves, 6 de diciembre de 2012

El desarrollo ajedrecístico de los niños.


El desarrollo ajedrecístico de los niños.

El juego del ajedrez ejerce una enorme atracción en los niños. La forma y el movimiento de las piezas los fascina. El ajedrez es un juego en el que puedes ser el jefe, y donde enfrentas las consecuencias de tus propias acciones. Buena o mala suerte, como sucede en juegos como el monopolio o el parchís no existe en ajedrez. En fin, que los niños piensan que el ajedrez es un gran juego.

Capturando piezas:

Después de aprender el movimiento de las piezas y como capturar las del contrario, esto último se convierte en un verdadero deleite para ellos. El objetivo del juego se convierte en cómo comerse las piezas del contrario. Fíjense como las piezas son dispuestas, después de ser capturadas, en un perfecto orden a un lado del tablero, y son golosamente contabilizadas de acuerdo a su valor. Incluso si cuando después de un tiempo de jugar no se ha capturado nada, ellos volverán a contar como si nunca lo hubieran hecho.
No importa si se va perdiendo o ganando (aunque hay excepciones), “comer” piezas de su adversario es un verdadero banquete. Incluso si ellos conocen el concepto de mate, y en algunos casos, son capaces de ejecutarlo, ellos están tan fascinados con la caza y la captura que es esto a lo que ellos dirigen sus esfuerzos. Seleccionarán una pieza (cada niño tiene diferentes preferencias) y empezaran a cazar con ella. Si la pieza escogida es “desaparecida en acción”, pues tomarán otra para seguir la cacería de las piezas contrarias. Cuando uno de los jugadores recibe mate, usualmente accidental, es una sorpresa para los dos: ¡ellos hubieran preferido continuar la partida! “Tu rey está en mate”, dice uno. Pero el otro le responde: “¡Sí, pero te comí la dama!”

Fase material:

El período en que el niño está pasando por la fase material es fácilmente identificable. El niño explora las piezas y la manera que ellas se mueven por el tablero, y por prueba y error las va dominando. Así, poco a poco, ellos superarán la duda de cómo se mueven las piezas. Los niños se beneficiarán enormemente en su desarrollo ajedrecístico si se les da el chance de pasar poco a poco esta etapa durante el tiempo que sea necesario para ellos, sin saltarse (“quemar”) etapas. Uno de los beneficios que traerá como consecuencia la paciencia en esta etapa, es que en sus partidas ellos no dejarán más piezas “en el aire”.

Fase espacial:

Dominar el concepto de mate y concentrarse únicamente en la búsqueda del mate (mediante ejercicios) solamente será efectivo si el niño logra suficiente maestría en la visión del tablero y sus divisiones en la fase material. Tiene que descubrir que las piezas no solo se mueven para capturar otras piezas sino que ocupar casillas (filas, columnas) tiene su sentido. Solo entonces se puede hacer el intento de enseñarles control espacial. Es cuando entonces ellos alcanzan un nuevo estadío, sin dejar completamente el anterior. Comenzar esta fase sin tomar la anterior en cuenta conducirá a serios e innecesarios errores en el juego de los niños, y a causa de esto, les tomará bastante tiempo alcanzar la siguiente etapa.
Nacionales de Nashville, USA 2012. (C) Elizabeth Ha
Nacionales de Nashville, USA 2012. (C) Elizabeth Ha

Fase temporal:

Jugamos el ajedrez con ciertos objetivos y planes en la cabeza. Para lograrlos, necesitamos tiempo.
El tiempo se expresa en jugadas, o tempi (que es el plural de tempo, en italiano) Mientras más fuerte es nuestro juego, mucho más importante es el concepto de tempo. Como por ejemplo, más crece la importancia de jugar con blancas, porque ellas comienzan la partida. Por esta razón llamamos a este estadio la fase temporal. El hecho de que el niño se demore algunos años (o un poco más de un año) en alcanzar este concepto requiere explicación.
Los estudiantes no captan la importancia del tiempo en este primer paso. A veces ellos inventan planes maravillosos que son de varias jugadas, como por ejemplo atajar un peón pasado con su rey. El oponente, desafortunadamente, se da cuenta de la amenaza cuando solo está a distancia de una jugada, y avanza su peón, y comienza una persecución. Por supuesto para nosotros eso es una pérdida de tiempo, pero tenemos que entender que el niño no tiene la experiencia para determinar cuándo puede alcanzar ese peón (u otra cosa). Incluso, cuando se dan cuenta que el peón coronó, ellos reaccionan de una manera que ellos no consideran extraña: “¡Por poco lo alcanzo!”
Esta insuficiente comprensión del concepto del tiempo es de cierta manera notable. A los niños no les gusta tener que perder un turno jugando monopolio, o parchís, por ejemplo. Se dan cuenta que de alguna manera eso es una ventaja para el bando contrario. Pero ellos no tienen que ceder el turno a nadie cunado juegan ajedrez: tienes derecho a hacer tu jugada cuando te toca jugar. El concepto de perder un tiempo por hacer una jugada “tonta” (para nuestros ojos) no les cabe en la cabeza, sobre todo porque tienen la esperanza que su contrario no vea su amenaza.
Como resultado del análisis y comentario de sus partidas y otras lecciones, ellos comenzarán a entender que el ajedrez es mucho más que una secuencia de jugadas inconexas. A través de ejercicios ellos aprenderán la importancia de ver varias jugadas con antelación; y como resultado de las lecciones aprenderán que a veces se intercambia material por espacio y tiempo (como en las aperturas de gambito). Solo entonces el concepto de la ganancia o la pérdida de un tiempo adquiere real importancia para ellos. Por eso es bueno que al analizar sus partidas, finalizando la fase espacial, se haga comentarios tipo “puedes ganar un tiempo jugando esto, o con esa jugada perdiste un tiempo en el desarrollo, o esta que hiciste aquí te va a costar un tiempo”.
Niño pensativo jugando ajedrez
(C) (http://diemdame.wordpress.com/tag/kids-playing-chess/)

Acerca de la duración de las fases:

Ninguna de las fases descritas tienen un tiempo determinado de duración, aunque si se puede decir que corren paralelamente al menos dos de ellas: solamente la fase material y la fase temporal no se encuentran. Hagamos la siguiente comparación (los tiempos pueden variar)
  • Fase material: de Enero hasta Junio
  • Fase espacial: de marzo hasta septiembre
  • Fase temporal: de julio hasta diciembre
La experiencia nos dice que los niños necesitan toda su atención y energía al comienzo de cierta fase, de tal manera que no haya espacio sobrante para un comienzo a destiempo de la siguiente etapa. Solo cuando observemos un cierto control sobre los elementos específicos de cada fase, podremos comenzar a preparar lentamente la entrada en la siguiente.

Relevancia de lo anteriormente descrito:

Un entrenador de ajedrez tendrá buenos resultados si toma en cuenta las tres fases descritas cuando prepara las lecciones a sus pupilos. El ayudará a los pequeños permitiéndoles jugar las suficientes partidas y realizar los ejercicios recomendados durante la fase material, por ejemplo. Así los conceptos y las habilidades necesarias serán adquiridas y ejercitadas en el momento apropiado. Es una pérdida de tiempo si los estudiantes están aprendiendo una habilidad espacial como el mate, si al mismo tiempo tienen que recordar cómo mover las piezas.
La duración de cada fase depende de cada individuo. Esta es la razón por la cual se debe ser lo suficientemente flexible para adaptar la enseñanza a las necesidades de cada niño. Por supuesto que en la práctica esto entrará en conflicto con el tiempo y/o la cantidad de entrenadores para realizar la tarea, pero en ese caso el uso de ejercicios individuales podrá suplir la carencia, y también, no lo olvidemos, otorgar la posibilidad al niño de jugar lo suficiente.

Consecuencias para la práctica:

Las fases descritas también tienen gran importancia para el juego práctico. No tiene sentido hacer hincapié acerca de cosas que tienen que ver con división espacial del tablero (prestar atención al centro, ocupar columnas y diagonales, un tipo especial de mate, apuntar las jugadas en la planilla, etc.) si todavía están en la fase material. Tampoco acerca de hacer pensar al niño largo rato su jugada. El punto de esto es que la naturaleza del juego para ellos consiste en el material que está sobre el tablero, y no ningún otro factor. En la práctica, hemos notado que muchas personas bien intencionadas piensan que ellas están promoviendo un desarrollo positivo al forzar al niño a pensar sus jugadas un tiempo más o menos largo. Infortunadamente, esto no es cierto. El niño se aburre hasta el momento en que le es permitido hacer su jugada, y entonces pierde interés en el juego.
Es evidente también que hacerlos jugar con el reloj en esta etapa no es apropiado y solo causa que el niño pierda concentración.
La ayuda del entrenador durante una partida amistosa, tipo “presta atención, que tal vez puedas comerte una pieza”, es aconsejable. El entrenador debe estar siempre alerta cuando enseña, cuando los niños juegan y cuando comenta sus partidas para determinar en qué fase está. De esa manera, le será fácil corregir los errores de sus pupilos fácilmente.

*

Por supuesto, que estas etapas también las sufren los adultos, pero como el desarrollo del pensamiento adulto es diferente, no les será difícil superar las dos primeras etapas, puesto que la asimilación de conceptos abstractos es más fácil para ellos. No obstante, algo interesante sucede: cuando el niño es capaz de absorber las tres etapas, y está a la par en conocimiento con los adultos, pues lo superará en un gran por ciento de los casos. A esto, que yo llamo “aprender y jugar ajedrez sin acento”, está explicado aquí:El Talento en Ajedrez primera y Segunda parte.
Para aquellos que tienen experiencia de trabajo con niños, no dude dejar su comentario aquí, sus experiencias, la ratificación de lo aquí descrito o su desacuerdo si es necesario. Y tampoco olvide compartir este artículo en las redes sociales!



Anecdotario ajedrecístico

AGOSTO 21, 2012
Empecemos esta sección de curiosas anécdotas que a lo largo de tiempo se han difundido en el, en ocasiones, exótico mundo del ajedrez. Algunas sin duda son ciertas, otras solo probables y quizá algunas muy descabelladas… pero todas divertidas. Que el lector juzgue por si mismo…

Con ocasión del Torneo de Londres de 1862, se jugaron varias partidas de exhibición que hicieron las delicias de los espectadores. Una de ellas fue en consulta entre Anderssen, Dubois y Paulsen, que llevaban piezas blancas, contra Lowenthal, Boden y Kennedy. Antes de empezar, Anderssen se dirigió a sus dos compañeros en consulta y les dijo: “Hemos de distribuirnos el trabajo, así que Paulsen hará las jugadas precisas; Dubois hará las brillantes, y yo haré las malas.”

Antes de que se iniciaran los campeonatos oficiales del mundo, ocurrió un curioso incidente en una ceremonia presenciada por muchos maestros de ajedrez de la época: un miembro de la realeza (que poco entendía de ajedrez) alabó las virtudes del juego y propuso un brindis por “el mejor jugador del mundo”; pero para sorpresa de todos, súbitamente tres ajedrecistas se pusieron en pie: Steinitz, Blackburne y Zukertort.

El campeón del mundo Steinitz jugaba en un café apostando con otras personas. Un jugador mediocre de ajedrez iba todos los días a retarlo, aunque siempre perdía. Esto representaba un ingreso fijo para Steinitz. Un día, un amigo del campeón le dijo que dejara ganar a su “cliente” de vez en cuando para que no se desanimara y continuara retándolo y pagándole. Steinitz siguió el consejo: comenzó con una mala apertura, sacó a la dama prematuramente y después de unas jugadas su adversario le capturó la dama por lo que Steinitz abandonó. Su adversario exclamó “¡Por fin he conseguido mi objetivo, he derrotado al gran Steinitz!”. Después de eso nunca volvió a retarlo.

Cuentan del Campeón Lasker, que viajando por Alemania, recaló en un bar donde había varios parroquianos jugando al ajedrez. Tras jugar varias partidas con un aficionado y vencerle en todas ellas sin inconvenientes, éste le dijo: “Amigo, Ud. debe ser un gran jugador de ajedrez. ¡Fíjese que a mí me dicen el Lasker del pueblo!”

En Hannover (1902), Pillsbury fue capaz de jugar simultánemente 20 partidas de ajedrez, otras tantas de damas, una de whist, todo ello a la ciega, y por añadidura recordar una serie de palabras largas y sin sentido que habían sido anotadas por el público que presenciaba tan notable exhibición.










¿Los hombres no lloran? OCTUBRE 24, 2012










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Cuando uno empieza por el camino del ajedrez, los progresos iniciales siempre son enormes, puesto que se aprende rápido y además, se juega casi siempre con jugadores que saben menos aún que quienes han decidido estudiar un poco de ajedrez. Con el tiempo, estos pequeños y jóvenes, comienzan a jugar en torneos y a sentir el rigor de los más experimentados (o más fuertes que ellos). No falta quien sufre tanto con la derrota que llora al terminar la partida. Asunto común en muchos pequeñines, pero que nunca es agradable, tanto para el que pierde como para el que está como verdugo del niño.


Uno pensaría que esta acción de llorar de dolor por perder un encuentro de ajedrez sólo ocurre cuando el jugador es poco experimentado o simplemente un niño. Sin embargo, en 1994, en una entrevista a Kaspárov y Kárpov, en plena olimpiada de ajedrez, llevada a cabo en Moscú, se les preguntó si alguna vez habían llorado al perder una partida cuando eran niños. Para sorpresa de todos, Kaspárov contestó: “no solamente en mi niñez”. El ajedrez es, por supuesto, un juego muy emocional. Se invierten muchas horas en algunas partidas tratando de ir sacando ventaja poco a poco para que de pronto, por una imprecisión propia, el rival no sólo iguale, sino que además, gane la partida. Así que el sentimiento de frustración puede llegar incluso a las lágrimas.


Boris Spassky, cuando ya contaba con 21 años, en una partida que jugó con Tahl, en el décimo quinto campeonato de la URSS, en 1958, dejó totalmente perdido al mago de Riga, pero no concluyó con precisión y Tahl se sobrepuso y ganó el encuentro. Al terminar la partida se le vio a Spassky llorar. Lo que le dolía más era –dijo más tarde el ruso con los ojos llorosos– saberse en posición ganadora y haberla echado a perder.


No es de sorprenderse entonces la respuesta de Kárpov, en donde aclaró que la última vez que lloró por culpa del ajedrez fue cuando el excampeón del mundo perdió una partida en posición superior, en 1961. Y Kaspárov dijo que le pasó lo mismo en una partida contra Vassily Smyslov, en 1975, cuando llevaba un peón de más, en el match entre jóvenes pioneros y grandes maestros veteranos, llevado a cabo en Leningrado. “Rompí en llanto”, declaró Kaspárov, “pero no lo he vuelto a hacer desde entonces”.


Las emociones pueden ser un espantoso enemigo para el jugador de torneo. El GM Lev Polugaevsky llevaba un ritual muy específico para lidiar con este problema: Se sentaba en un mullido sillón a escuchar música, cerraba los ojos y se decía: “Hoy llevo blancas. No hay que decepcionarse si no obtengo ventaja en la apertura”. Pero al contrario de Polugaevsky, las emociones son un factor fundamental para la fuerza del GM Víctor Korchnoi. Para jugar, el GM –ahora suizo– imagina que su siguiente rival le ha robado 100 dólares. Y eso lo enfurece (como a cualquiera que le roben dinero).


Para muchos de nosotros saber de esto puede verdaderamente sorprendernos, pero curiosamente no debería ser así. Siendo el ajedrez un juego de enormes pasiones, es evidente que los jugadores más emocionales serán los primeros en reflejar sus derrotas de las maneras más extrañas. Unos se enojan consigo mismos y hacen partícipe a todos de la furia que los acompaña. Otros quedan silenciosos y sin nada que decir. Unos más reflejan su tristeza a través de señales del cuerpo, como por ejemplo, se les hincha la cara o se les pone las orejas rojas. Pero claramente demuestra el fluir de emociones extremas dentro del juego. No es ni siquiera jocoso decir algo que todos sabemos, pero que nos cuesta reconocer: “el ajedrez es un deporte extremo”.






La mejor partida y el mejor torneo de Anatoly Karpov (Linares 1994)


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Hace una semana aproximadamente realicé un reportaje explicando la victoria de Anatoly Karpov en la localidad de Cap d’Agde, Francia. Los ajedrecistas actuales pueden conocer la faceta más reciente de Anatoly Karpov, pero seguramente no conocerán su mejor partida ni el mejor torneo de su carrera (Linares 1994). Por ese motivo, he querido realizar este reportaje, para que todos conozcáis ese torneo y aquella partida, la cual es conocida como la Inmortal de Anatoly Karpov.


Partida Comentada: La inmortal de Karpov en Linares 1994


Esta partida que comentaré a continuación la jugaron Anatoly Karpov, el cual se encontraba en uno de los mejores momentos de su historia y Veselin Topalov. En este torneo, Anatoly finalizó imbatido y con dos puntos y medio de ventaja frente a su inmediato perseguidor. Seguidamente podéis ver la partida comentada ampliamente con varios diagrama y el visor para reproducirla.


1. d4 Anatoly Karpov, fiel a su estilo, empezó la partida con peón de dama. 1…Cf6 2. c4 c5 3. Cf3 cxd4 4. Cxd4 e6 5. g3 Cc6 6. Ag2 Ac5 7. Cb3 Ae7 8. Cc3 O-O 9. O-O d6 10. Af4 (D) Con esta jugada Karpov intenta presionar la debilidad de d6 e intentar restringir el juego de las piezas negras.





Posición después de 10.Af4


10…Ch5 11. e3 Cxf4 12. exf4 Gran concepto de Karpov, el cual dobla peones para tener un mayor control del centro. 12…Ad7 13. Dd2 Db8 14. Tfe1 g6 15. h4 a6 16. h5 (D) Excelente jugada de Karpov, quien no tiene problemas para sacrificar un peón con tal de abrir el enroque enemigo. Ahora el plan del blanco es muy claro: abrir la columna h, intentar pasar la torre por dicha columna y pasar el alfil de la diagonal g2-a8 a la diagonal clave c2-h7.





Posición después de 16.h5


16…b5 17. hxg6 hxg6 18. Cc5! dxc5 19. Dxd7 Tc8 (D) Después de esta jugada, las blancas parecen no tener mucha ventaja, pero Karpov encuentra una maniobra excelente con la cual logra la suficiente ventaja como para ganar la partida. Aprovecho también esta posición para proponer un problema.Juegan blancas y ganan. La solución la podréis encontrar en los comentarios a continuación.





Posición después de 19…Tc8


20. Txe6!! (20. Axc6 Ta7 21.Dd3 Txc6 con igualdad) Ta7 21. Txg6+! Magnífica entrega. 21…fxg6 22. De6+ Rg7 23. Axc6 Td8 24. cxb5 Af6 25. Ce4 Ad4 26. bxa6 Db6 27. Td1 (D) Después de todos los cambios, las blancas han logrado una posición muy cómoda con todas las piezas bien coordinadas y preparadas para llevar a cabo el ataque final.





Posición después de 27.Td1


27…Dxa6 28. Txd4 Txd4 29. Df6+ Rg8 30. Dxg6+ Rf8 31. De8+ Rg7 32. De5+ Rg8 33. Cf6+ Rf7 34. Ae8+ Rf8 35. Dxc5+ Dd6 36. Dxa7 Dxf6 37. Ah5 Td2 38. b3 Tb2 39. Rg2 (D) 1-0 En conclusión, una partida brillante por parte de Karpov, el cual nos ha mostrado como jugar con precisión y atacar con decisión. Espero que hayáis disfrutado de los comentarios y deciros que estaré encantado de ver vuestra opinión.





Posición final después de 39.Rg2 (1-0)



7 elementos imprescindibles para mejorar nuestro nivel de ajedrez

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Mejorar ajedrez
Decir cómo mejorar en ajedrez es verdaderamente difícil por no decir casi imposible. Lo que si es cierto es que existen una serie de herramientas que podemos utilizar para diseñar nuestro propio plan de entrenamiento y hacer así que nuestro nivel vaya creciendo poco a poco en la dirección adecuada. Por eso me gustaría advertir que los consejos que voy a dar no son ninguna fórmula mágica, simplemente son unos consejos y unos elementos que siempre estarán ahí para ayudarte.
7 elementos imprescindibles para mejorar nuestro nivel de ajedrez
Chess
Durante nuestro camino hacia la maestría encontraremos momentos muy difíciles en los cuales sentimos estar entre la espada y la pared. Es entonces cuando debemos pensar que todo trabajo tiene su recompensa y seguir trabajando para conseguir aquello que nos proponemos. © Flickr
Antes de empezar con la recopilación me gustaría deciros que estos elementos los he utilizado basándome en mi experiencia personal y deciros que espero que os ayuden.
1. Motivación: La motivación es la clave de todo, no solo del ajedrez. Si hacemos una cosa con ganas, dispuestos y con motivación, lo llevaremos a cabo muchísimo mejor puesto que tendremos una visión positiva de la vida. Por ese motivo es muy importante estar muy motivado para todo, para estudiar, para mejorar y siempre estar centrados en nuestras metas y no cesar en el empeño.
2. Autoformación: Sinceramente puedo afirmar que la autoformación ha sido uno de los puntos clave en mi formación ajedrecística puesto que no siempre tendremos a alguien al lado nuestro diciendo qué libros debemos tratar, qué aperturas debemos escoger… Por eso, debemos estar dispuestos a cometer fallos y consecuentemente aprender de ellos, dispuestos a trabajar muy duro y a absorber todos los consejos que vayamos acumulando en la vida. Al principio nos costará mucho puesto que no sabremos por donde debemos ir, qué camino es el mejor para nosotros… pero con el tiempo nos daremos cuenta de nuestras debilidades, nuestras fortalezas y lo que haremos entonces será mejorar al máximo nuestros puntos fuertes y mejorar aún más nuestros puntos débiles para que estos se conviertan en fortalezas.
3. Figura del entrenador: Muy relacionado con el apartado anterior tenemos la figura del entrenador. Un entrenador no ha de ser solo una persona que te enseña ajedrez y punto. Un entrenador ha de ser una persona en la cual tener confianza, estrechar lazos, permitir que éste conozca y sepa identificar nuestros puntos fuertes y débiles… Por eso, mi consejo y pienso que es muy importante es: nunca desaprovechéis ningún consejo. Más tarde ya veremos si lo podemos aprovechar o no, pero hemos de estar siempre dispuestos a absorber todo lo que nos digan (consejos) para enriquecernos como ajedrecistas, pero sobre todo como personas.
4. Libros: Existe una bibliografía amplísima de libros de ajedrez. Desde los tomos de iniciación más básicos, hasta verdaderas joyas del ajedrez como por ejemplo “Mis Geniales Predecesores” de Garry Kasparov. Pero si algo me gustaría destacar es el hecho de no obsesionarnos con los libros de aperturas. Existe una creencia de que los aficionados han de saber muchas aperturas, muchas variantes… cuando en realidad es uno de los temas secundarios. Cualquier aficionado que empiece a jugar debería conocer en cierta medida las aperturas, pero sobre todo se debería centrar en el medio juego y aprovechar libros tan excelentes como “Los 100 finales que hay que saber” de Jesús de la Villa.
5. Software: Con el tema software de ajedrez hay que tener mucho cuidado puesto que hay veces que la tecnología puede no ser tan beneficiosa como parece. En primer lugar me gustaría destacar que hay una gran variedad de software ajedrecístico en el mercado y es decisión de cada ajedrecista decidirse por uno u otro. Lo que si me gustaría es dar dos consejos que considero muy importantes. El primero es construirse una base de datos e ir guardando todas las partidas que juguemos (analizadas). Este proceso nos irá muy bien para ver nuestra mejora una vez haya transcurrido un cierto periodo de tiempo. Y el segundo y pienso que es el más importante, es analizar todas nuestras partidas por nosotros mismos. Es decir, primero nosotros analizamos la partida en el tablero y posteriormente la analizamos con el ordenador. Muchos aficionados/jugadores de club, se limitan a introducir la partida en el módulo y dejar que este le indique los errores. Con este no conseguimos nada puesto que no aprendemos. Lo que debemos hacer es analizar la partida sobre el tablero y ver todas las ideas, para posteriormente comprobarlas con el ordenador.
6. Experiencia: La experiencia es un factor clave en el nivel de cualquier ajedrecista. Por mucho que entremos con libros, entrenadores… no hay mejor entrenamiento que jugar partidas “serias”, es decir, partidas largas. Para que el entrenamiento sea efectivo, no solo debemos jugar sino que además, debemos analizar estas partidas, comentarlas con nuestros rivales, ayudarnos de amigos, entrenadores… para que la formación sea lo más amplia posible.
7. PERSEVERANCIA. Y finalmente el último elemento esencial para la mejora de nuestro nivel de ajedrez es la perseverancia. Pese a estar colocado en el último lugar de la lista, es uno de los elementos más importantes, por no decir el que más. Durante nuestro proceso de mejora, habrá muchos momentos en los cuales perderemos parte de la motivación, pensaremos que todo nuestro esfuerzo no está valiendo la pena… Es entonces cuando debemos recorda todo lo que nos hemos esforzado para llegar hasta allí y hemos de sacar fuerzas de nuestro interior para seguir trabajando, esforzándonos y continuar peleando por nuestros sueños.
Espero sinceramente que os haya gustado el artículo y me gustaría preguntaros qué elemento pensáis que os ha ayudado más en vuestra vida ajedrecística. Vuestros comentarios no solo me ayudarán a mi (puesto que aprenderé de vosotros) sino que al mismo tiempo estaréis ayudando a muchos otros ajedrecistas a dar el primer paso hacia la maestría en el ajedrez

miércoles, 5 de diciembre de 2012





Para verdaderamente mejorar en ajedrez








Todo ajedrecista en activo, que juegue torneos, quiere jugar mejor. Muchas veces enfrenta el problema sin ningunas bases, buscando estudiar lo que la intuición propia le dicta, pero en realidad sus esfuerzos tienen pocos resultados. Eso pasa porque es equivalente a querer salir de casa y no saber a dónde ir. ¿Qué camino tomar? Primero de todo es saber hacia dónde quiero dirigirme... sino ¿cómo?




Pues bien, mejorar en ajedrez no es tan difícil en términos de lo que hay que hacer, pero sí en lo que se refiere al tiempo a ocuparse en esa tarea. Alguien le preguntaba a Kasparov cómo podía mejorar si tenía poco tiempo para estudiar. La respuesta fue contundente: "no se puede mejorar si no se tiene tiempo para trabajar en su ajedrez".




Lo que se necesita son dos cosas:



Un plan sobre qué estudiar
Tiempo y disciplina para seguirlo




Es común querer abarcar aperturas, medio juego, finales, partidas importantes, partidas de los grandes maetsros, táctica, estrategia, etc. Hay que limitarse. Por ejemplo, hacerse de un repertorio de aperturas básico. Qué jugar contra e4 y d4, para empezar. Un repertorio se hace eligiendo la apertura o defensa que se desea estudiar y entonces, ir a las bases de partidas y elegir las mejores (de acuerdo al rating, por ejemplo). Recolectarlas y estudiarlas una por una. Mejor es aún ver partidas comentadas con las aperturas de nuestro interés. Las monografías de Chessbase ayudan mucho pues ya ellos se han encargado de elegir las variantes principales y comentar las partidas ilustrativas de estos inicios de partidas.




Si se trata de estudiar el medio juego, hay que hacer ejercicios de táctica. Hay decenas de libros (quizás cientos), con ejercicios de táctica. Hay N sitios web, como Ideachess (http://www.ideachess.com/), que contiene ya 100,000 ejercicios y además, se califican por rating. Si se quiere progresar, hay que usar tiempo de entrenamiento en la visión táctica, porque ahí se reflejan las maniobras típicas en ajedrez, más allá de las aperturas.




En finales, hay que aprender los finales básicos. Los de torres y los de peones. Vea la literatura -que es vasta- y elija uno o dos libros de finales. Sígalos metódicamente, aunque en ocasiones parezca sumamente aburrido.




Decida leer los libros "Mis Grandes Predecesores", de Garry Kasparov. Empiece por el tomo 1 y siga la línea de tiempo histórica. Revise cada partida con atención. Trate de seguir las variantes. No se trata de acabarlos en tiempo récord. No. Se trata de aprender de las partidas más importantes que Kasparov ya analizó para nosotros.




Ahora que platiqué con Judit Polgar, me di cuenta que no hay un método que los grandes jugadores siguen para mejorar y que nos es ajeno a la mayoría de los ajedrecistas. Ellos estudian como nosotros, con una sola diferencia: ellos estudian todo el día o muchas horas por día.




Así, si quiere ser mejor en ajedrez, debe trabajar muchas horas por día. En mi opinión, unas tres a cuatro horas por día, en un año, lo harán un muy fuerte jugador en primera fuerza. Habrá días que no queira estudiar. Suele pasar. Si estudia un par de horas diarias y en una semana no puede estudiar más de dos días, no busque el fin de semana estudiar 6 u 8 horas para compensar, eso no sirve. Hay que ir metódicamente, con disciplina. Hay que construir su edificio de conocimiento ajedrecístico.




Desde luego que debe además buscar jugar en torneos. Pero como verá, todo esto lleva mucho, pero mucho tiempo. Los grandes jugadores, además de tener un talento fuera de serie, están muchas horas frente al tablero de ajedrez. No hay secretos ni fórmulas mágicas. Sólo estudio, trabajo constante y motivación para progresar.